El bailaba con la realidad como quien hace unos pases con
los pies.Como un bailarin profesional para ver como iniciar un camino en un
escenario imperfecto.Esta sensación lo debatía entre sentir y no sentir, pensar
y no pensar y dejar que el tiempo fuese pasando sin hacer nada.Cada instante se
hacia más grande y marcaba una distancia como un eterno sutnami que arrasaba
toda posibilidad de complicidad y de entendimiento. Arrasándolo todo. Aquel
pobre hombre que se veía desde fuera , como un escalador cansado con una brújula
emocional desgastada.
El había decidido emprender el camino equivocado de nuevo,
una vez mas, intentando ocupar un espacio que nunca encontraba y que se le resistía.Ahora
tendría que buscarla en otros labios y en otros cuerpos, aquel morir cada
dia.
Querer es aquello que muchos quieren hacer, pero que pocos saben hacer.
Porque muchas veces la vida se vuelve un
laberinto de desencuentros.